Aquí está el fin del mundo, el “Finis Terrae” romano. En concreto, Cabo Fisterra, un lugar fascinante desde la antigüedad, es donde muchos peregrinos finalizan su viaje tras su paso por Santiago de Compostela. La costa legendaria La costa debe su nombre a los muchos naufragios que ocurrieron aquí. Un litoral salvaje con grandes playas como Carnota, O Rostro o Baldaio, además de rocas, fuertes corrientes y repentinos temporales que tanto asustan a los navegantes. Estas son las reglas del mar. Nos recuerda el cementerio inglés cerca del cabo Vilán donde está enterrado los tripulantes del Serpent que murieron en 1890. Quizás los cielos estén pidiendo misericordia, esta es también la costa que alberga santuarios mágicos como Virxe da Barca.